viernes, 11 de noviembre de 2016

El insondable libro de Lucia Berlin 'Manual para mujeres de la limpieza'

Por Tesa Vigal

Lo creativo es un intento de explicar el mundo, una meta que nunca llega a alcanzarse. También ahí la meta es el camino, y en esa exploración inacabable, más grande según se profundiza, a veces el material de partida es la propia vida del autor, aunque en realidad eso siempre está presente, incluso en las historias de tema aparentemente distinto. 



En el caso de Lucia Berlin, el enfoque sobre su vida resulta inclasificable porque tiene la hondura, el laberinto del propio tejido vital. Ella, a diferencia de aquellos que sólo consideran datos y objetos, en visiones superficiales y por tanto falseadas, nada en aguas subterráneas.

Esa mirada sutil, inquieta doblemente al partir de momentos cotidianos, empapándolos de asombro, misterio, espirales de melancolía, pasos perdidos, contradicciones fértiles, desolación de callejones sin salida, ambivalencia, o rotundidad. Como la de ciertos finales de algunos de sus relatos. En uno, atendiendo a un paciente grave en el hospital: "Se aquietó en mis brazos, resoplaba y roncaba suavemente. Acaricié su espalda tersa. Se estremeció, lustrosa como el lomo de un potro soberbio. Fue maravilloso". 


En algunos de los relatos de 'Manual para mujeres de la limpieza', ambientados en lugares y épocas donde vivió (California, Chile, Nueva York, Nuevo México, Texas...) se combinan humor y tristeza en mezclas imposibles, trémulas, reales. Otros, ironizan con ternura, recogiendo con portentosa sobriedad lo absurdo de las monjas de un colegio, lo entrañable de un viejo indio en una lavandería, la crueldad de su madre, la chifladura de su abuelo, lo delirante de ciertos desamparos, lo abismal de la conmovedora amistad infantil, la comunicación en el silencio, el silencio lleno de palabras, la aspereza del alcohol devorándolo todo, el idealismo de una gringa en Sudamérica, la alegría desesperada, la conexión inevitable, buceadores tropicales, clases de literatura, recepción de un hospital, la heroína de un marido esparcida sobre el lavabo, libros de misterio, arena roja, autopista distante.
¿He dicho ya que es un libro único?